Cristian Tello - Historia, Recuerdos e Inspiración

A veces nos preguntamos que hubiera pasado si hubiéramos nacido en otro país, en otra ciudad, en otra realidad, en condiciones diferentes de donde nos tocó. Sin embargo, hoy en día estoy seguro que las condiciones en las que me tocó vivir, la realidad que enfrenté, mi familia, mi ciudad, mi país es lo que me define quien soy y marcan el camino de a donde quiero ir. Así mismo, estoy abierto al aprendizaje diario, a las enseñanzas de la vida, a los retos constantes capaces de ayudarme a crecer cada día mas. 
Aquí te quiero contar mi historia con la esperanza de que aprendas de mis errores, mis éxitos, y si te identificas, sepas, que no estás solo o sola. 

Yo en New York - 2019

Todo empieza mucho antes de que yo naciera, más o menos en el año 1950, en la hermosa ciudad colonial de Quito mi abuelito, Adolfo, trabajaba lustrando y arreglando zapatos en el taller de su papá. Si mal no recuerdo, este labor lo realizo desde niño hasta terminar el colegio donde empezó a trabajar en el único cine de Quito de ese entonces, reproduciendo las películas. También, su gran pasión y habilidad por el fútbol lo llevaba a jugar con equipos que le pagaban para vestir su camiseta,y así, generaba un ingreso extra. En esta etapa de su vida conoce a mi abuelita, Eleni, quién disfrutaba estar con él en las salas de cine y verlo jugar en los partidos de fútbol. Recuerdo que el cariño que le tenía mi abuelito a mi abuelita era tan grande que muchos lo tachaban de admirable. Pensar que todo empezó en ese momento. 
Así mismo quiero compartirte, que mi abuelito tenía el don de siempre sacar una sonrisa en los peores momentos, nunca estar enojado y tener un corazón inmensamente noble. Cosas que admiro hasta el día de hoy y me sigo preguntando como lo hizo. Por ejemplo, en los partidos de fútbol más calientes recuerdo que le decían de todo y al final del partido salía con risas y dándole la mano al jugador del otro equipo con el que hubo "roces." Sin duda, el ejemplo a seguir que tuve desde que nací y la muestra de amor más grande que presencié. Siempre me llevo el último abrazo que le di y se que desde el cielo nunca ha dejado de aconsejarme. 

Mi abuelita Eleni, yo, mi abuelito Adolfo

Años después de que mi abuelito conoce a mi abuelita nace mi papá, Franklin, y cinco años más tarde nace mi tía, Gisela. Formando una familia con grandes sueños y listos para cualquier adversidad. ¿Cuál era una adversidad para una familia, en ese entonces, en la ciudad de Quito? Principalmente la escases de recursos, eran tiempos difíciles en donde cualquier trabajo alcanzaba para el sustento justo de una familia y era muy común las vecindades, que eran casas enormes, donde viven varias familias. Recuerdo las historias en donde ellos tenían un día a la semana para bañarse en una ducha común de la vecindad y si te demorabas más de cinco minutos el dueño de la vecindad ya te golpeaba la puerta; o la constante pelea por los cordeles para colgar la ropa con los vecinos, me decían que eran tiempos realmente duros. Después de varios años, cuando mi papá estaba en la universidad, mi abuelito logró adquirir una casa propia en un barrio popular de Quito llamado Solanda. En ese entonces mi abuelito trabaja como profesor de electrónico en el colegio "Electrónico Pichincha" mientras que mi papá estudiaba Ingeniería en Sistemas en la "Escuela Politécnica Nacional." Asimismo, cuando mi padre estudiaba en la universidad conoció a mi mamá, Marcela, y mi tía Gise conoce a mi tío Diego, por consiguiente, la familia se agrandaría pocos años después.

El 24 de Abril de 1998 nace un niño achinado, gordo y cachetón (yo). Un año antes había nacido mi prima Cynthia y años después nace su hermana Dayana en el mismo mes que mi ñaño Josué, es más, todos nacimos en el mismo mes pero con diferencia de días y años. En este punto puedo decir que la familia está completa porque todos vivíamos en la misma casa, en la casa de mi abuelito en Solanda. La casa constaba de tres pisos, en el primero vivía mi papá, mi mamá, mi hermano y yo; en el segundo piso mi abuelito y mi abuelita, y en el tercero piso mi tío, mi tía y mis primas.

Foto familiar: mis tíos, abuelitos, primas, hermano, mamá, yo(buso amarillo),

Una infancia en uno de los barrios populares de Quito te deja muchas enseñanzas y muchas amistades valiosas que perduran por años. Solanda es famosa por su calle comercial llamada "La J," su gente y su campeonato barrial de fútbol. 

Recuerdo que desde muy pequeño mis padres me incentivaron la educación y el deporte. Estudié en una escuela llamada "Giordano Bruno," la cual, estaba ubicada a lado de un colegio de renombre en Quito,el "Colegio Nacional Juan Pío Montúfar." En ese entonces este colegio era reconocido por su exigente educación, y también, por las manifestaciones que los estudiantes realizaban en contra del gobierno. Cuando pienso en mi vida escolar siempre se me viene a la mente los días en donde teníamos que taparnos la cara para no oler el gas lacrimógeno debido a las manifestaciones. Sin embargo, también recuerdo la educación de calidad que recibí en la escuela, y a esta, le debo mis bases en matemáticas, que hasta en la universidad utilizo, y mas aún, mis muy pocas faltas de ortografía y facilidad para escribir.
Mientras estudiaba en la escuela entrenaba fútbol todos los días en una escuela de fútbol cerca de mi casa, sin embargo, antes de acabar la escuela nos cambiamos de casa y empezamos a vivir en un barrio a una hora de donde vivía antes llamado, Llano Grande, al norte de Quito, y allí empece a entrenar Kenpo Karate (un arte marcial americano) con mi hermano. A pesar de que me adapté rápido al nuevo barrio recuerdo que fué un momento duro al separarme de mis tíos y mis abuelitos, ya que como te dije, todos vivíamos en la misma casa. 

Al terminar la escuela empecé una de las mejores etapas de mi vida: el colegio. Estudié en el "Colegio Técnico Salesiano Don Bosco, " donde empezó mi formación como persona y profesional. Al ser un colegio Salesiano se inculca bastante los valores de solidaridad y ayuda al prójimo, también, frecuentemente asistíamos a misas cristianas, nos íbamos de convivencia, y en los últimos años de colegio fui a un retiro espiritual por tres días y a un voluntariado a entregar comida y ropa. Aquí quiero hacer énfasis de un punto importante de mi vida que es la religión católica. Desde que nací mi familia me inculcó el catolicismo como forma de vida y pilar de valores, practicando, desde niño el voluntariado en donde, como familia, nos íbamos a las comunidades más lejanas de la ciudad a repartir ropa, juguetes y comida. Por lo tanto, la vida religiosa en el colegio se me hizo bastante normal y fácil de asimilar. Sin embargo, hoy en día me describo creyente de Dios, de las buenas acciones, de las buenas personas, pero no me describo como un católico, simplemente llevo conmigo las mejores enseñanzas de una crianza en la religión católica y los buenos valores de la experiencia salesiana.
Por otro lado, el colegio fue una de las mejores etapas de mi vida por las experiencias, las amistades, los profesores, las actividades extracurriculares y momentos incontables. Antes que todo, yo estudié Electrónica de Consumo que me brindo las bases para estudiar Ingeniería Electrónica en la universidad, con esto te quiero decir, del mismo modo como las experiencias extracurriculares eran divertidas la exigencia en las materias era bastante fuerte e iban de la mano con una gran tecnología en laboratorios para practicas técnicas. 
En el colegio probé muchos deportes y actividades como: entrar a la selección de fútbol, la selección de basket, entre al grupo de música e incluso forme una banda de rock con unos amigos, era gran fan del ping pong. Por otra parte, fuera de las puertas del colegio entrené fútbol semi-profesional durante un año, pero al final terminé haciendo Capoeira (arte marcial brasileña) hasta la actualidad.

Mi banda de Rock en el colegio XD.

Por otro lado, recuerdo que al mismo tiempo que estaba en el colegio disfrutaba mucho pasar con mi mamá y la familia que tengo por parte de ella. Mi mamá es la sexta de seis hermanos y cada uno tiene espos@ e hijos conformando una familia extensa. A partir de la espectacular tradición que había de reunirse una vez al mes, el cariño y las risas siempre estuvieron presentes al largo de los años. Además, una gran tradición que había en la familia(y hasta ahora se mantiene) son los viajes una vez al año a algún rincón del Ecuador, y gracias a esto, me siento orgulloso de conocer gran territorio de mi país. Así mismo, la música es parte de la identidad de la familia con grandes interpretes entre nosotros, disfrutando aún más las reuniones familiares donde las horas de baile nunca hicieron falta. Finalmente, gracias a estas tradiciones familiares con las que crecí, puedo decir que, he ganado una gran riqueza cultural y muchas anécdotas para contar.

Mis primos y yo en el tren de Ibarra - Ecuador 2014

En mis últimos años de colegio recuerdo que mi padre me inculco el amor por la tecnología y a viajar por el mundo, de forma que, hicimos nuestro primer viaje a Estados Unidos en familia en el 2016, el mismo año que me gradué del colegio, y conocimos los parques temáticos de Orlando en Florida. Esta experiencia, sin duda, me abrió la mente al ver otras realidades muy diferentes a la mía formando un camino de superación y expectativas muy grandes en mí. En este viaje, lo que más me llamaba la atención era la tecnología que no había en mi país, y en base a esto, traté de replicar una de estas tecnologías en mi país como proyecto de grado del colegio. El proyecto consistía en controlar luces de domicilios por medio de comandos de voz a través del celular. También, las luces podían cambiar de colores formando ambientes, por ejemplo, decías "hora de estudiar" y las luces se cambiaban a un naranja cálido para mejorar la concentración. Hoy en día no parece una idea tan innovadora con los asistentes de voz actuales y los focos que se conectan al WiFi de tu casa, pero para ese entonces, fue el mejor proyecto de grado que se presentó en años.

Viaje en familia a Estados Unidos - 2016


Por otra parte, afuera de las puertas del colegio mi familia y yo construimos un legado en las canchas de fútbol de Solanda. Mi tío Diego formó un equipo de fútbol para jugar el campeonato barrial de Solanda con todos los amigos del barrio y familia. En este equipo jugaba mi abuelito, juega mi hermano, mi tío, varios primos y yo. Esto es de las cosas más emocionantes que hemos logrado. Recuerdo que siempre esperábamos impacientemente hasta el domingo para jugar y "dar la vida por la camiseta" en cada partido (como se dice popularmente). Siempre el deporte y el amor a la familia ha sido parte de mis principios desde niño, y este equipo, es el resultado de esto; reuniéndonos todos los domingos familia y amigos de Solanda para apoyar al equipo desde las gradas y gritar en los momentos más emocionantes del partido. Estoy seguro que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos van a seguir con este legado porque yo estoy seguro que el equipo representa a la familia.

Equipo Huracán Jr. - 2018

En mi último año de colegio formé parte del consejo estudiantil lo cual me brindó grandes enseñanzas de liderazgo y responsabilidad, también aprendí a hablar frente a consejos directivos, autoridades del colegio, y en ocasiones, frente a los más de tres mil estudiantes del colegio. Entre los proyectos más importantes que realizamos está la organización de grandes eventos para recaudar fondos y ayudar a los damnificados del terremoto del 2016 que sacudió a las costas ecuatorianas. Con esta gran experiencia cerraba mi etapa de estudiante de colegio y comenzaba mi etapa de enfrentar a la "vida real."

Consejo Estudiantil Técnico Don Bosco - 2016

Después del colegio es muy común preguntarse que hacer con tu vida; si estudiar, no estudiar, trabajar, tomarse un año "sabático", entre otras cosas. En mi caso, como dije antes, entre a la universidad a estudiar Ingeniería Electrónica pero no estuve seguro de esta decisión si no hasta el último momento. Como te conté mi abuelito enseñaba electrónica y mi padre estudió Ingeniería en Sistemas y yo encontré una pasión en estas dos ramas así que decidí estudiar las dos. 

Empecé a estudiar Ingeniería Electrónica en la  "Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE)" en el 2017. Esta universidad es pública, es decir, todos los gastos de estudios corren por parte del estado. En mi país, Ecuador, puedes acceder a la educación universitaria gratuita por medio de una prueba y en este proceso conseguí un cupo para estudiar en esta universidad. Sin duda parece que me gané una gran oportunidad y la debo aprovechar, pero déjame decirte, que es el reto más fuerte y complicado que me ha tocado sobrellevar y aún lo sigo haciendo. Esto se debe a muchos factores pero principalmente es porque al ser una ingeniería, las matemáticas avanzadas, es cosa de todos los días y la enseñanza por parte de los profesores no es la adecuada, en mi opinión, exijen exageradamente en los exámenes en comparación a la poca pedagogía que tienen para enseñar. Sin embargo, me tocó superar estos obstáculos "a las malas", repitiendo dos materias en primer semestre, y esperando no repetir ninguna más hasta finalizar la carrera.

Mientras estudiaba en la ESPE, se me presentó la oportunidad de ir a un programa para estudiar inglés por dos años en Atlantic City, Estados Unidos. Gracias al apoyo de mis padres y de mi familia que tengo en Estados Unidos, empecé a hacer todos los trámites en el 2018, y antes de que se acabe el año ya estaba en Atlantic City. La institución donde estudié se llama Atlantic Cape Community College, y obtuve una gran experiencia en este pequeño college ubicado en el centro de la ciudad. Antes de empezar clases di una prueba de ubicación para saber desde que nivel empezar y me salte los niveles básicos iniciando en el nivel intermedio acortando el tiempo del programa a un año.
Empecé clases en Enero del 2019 y los primeros días me costaba mucho entender lo que decía el profesor y más que todo vivir en esta ciudad, ya que, por ejemplo no entendía cuando me explicaban cuanto tenía que pagar en los buses o cuanto tenía que pagar al hacer compras en el Walmart. Me tomó varios meses entender conversaciones sin tener que traducir palabras en mi cabeza. También me tomo tiempo poder leer libros enteros solo en inglés, establecer una conversación de manera fluida, pero sobretodo escribir. Escribir ensayos es en lo que principalmente se enfocaban en las clases ya que el sistema educativo de Estados Unidos hay que escribir ensayos frecuentemente.
Durante todo el año que estuve en Estados Unidos me enfoque en dos cosas: perfeccionar mi inglés e ir al gimnasio. En todo ese tiempo me pareció una gran oportunidad para dedicarme al ejercicio en pesas porque el estudio no era tan fuerte como la ingeniería electrónica que estaba estudiando. También, antes de partir a Estados Unidos recibí el título de instructor de Capoeira del Grupo Rumizumbi Ecuador después de ocho años de entrenamiento, así que, estaba preparado para enseñar y seguir aprendiendo al mismo tiempo.

Graduación de Instructores Grupo Capoeira Rumizumbi - 2018

En mi último mes de estudios mi familia fue a visitarme a Atlantic City para conocer el College, y acompañarme en los últimos días de clases ya que iba a recibir la certificación del programa. Sin duda, fue la experiencia más enriquecedora que me ha tocado vivir; conocí otras culturas, otras tradiciones, aprendí un nuevo idioma y tome la responsabilidad completa de mis acciones al vivir solo en un país completamente diferente al mío. Sin embargo, nada de esto lo hubiera logrado sin mi tío Eddy y su familia, quienes son americanos, y aunque, no viví con ellos siempre me guiaron en ese mundo que era nuevo para mí.

Mi familia y yo recibiendo el certificado al completar los niveles avanzados del programa de inglés. - Atlantic City, USA - 2019

El primero de Enero del 2020 llegamos a Ecuador y a partir de aquí mi vida iba a dar un giro de 360º. 
También a penas regresé a mi país una des las preguntas que recibí y aún recibo frecuentemente es ¿Por qué no te quedaste en Estados Unidos? y las razones son simples. Primero, desde los términos legales la única manera de recibir la residencia estadounidense era comprometerme en matrimonio con una americana, lo cual,  nunca me pareció atractivo el compromiso con alguien con interés de por medio. También, cuando empecé a estudiar me di cuenta del gran negocio que era la educación en Estados Unidos, por ende, me pareció demasiado caro seguir estudiando en este país, así que, preferí aprovechar la educación pública de mi país. No obstante, si pienso en regresar a Estados Unidos ya como profesional para ver que oportunidades puedo encontrar, pero también, tengo la curiosidad de como será la vida y las oportunidades en otros países por lo cual no me cierro a este país en específico.

Una vez en Ecuador, regresé a estudiar Ingeniería Electrónica en la ESPE y me tocó tomando materias desde primer semestre hasta tercer semestre porque todo el tiempo que estuve en Estados Unidos hubo cambio de malla curricular. Siendo el 2020 el año de la pandemia del COVID-19 todo el año tuve clases virtuales y la única enseñanza que me llevo de estudiar la universidad de esta manera es que forme un fuerte vínculo con la auto-educación. Sinceramente, prefería leer libros de Ecuaciones Diferenciales Ordinarias o Física Fundamental que asistir a clases, también, en mi aprendizaje fue esencial la gran ayuda de profesores en YouTube.

Por otra parte, el 2020 fue el año más duro que me ha tocado vivir. Enfrentar una pandemia en un país como Ecuador tiene más contras que pros (sin desprestigiar a mi país). En resumen el Ecuador lleva un gran déficit fiscal por varios años debido a las deudas que tiene y la mala administración de sus recursos, lo que causo, que no haya suficiente dinero para atender a tantos pacientes contagiados de COVID-19. En mi caso, mis tíos, mis padres, mis primas, mi hermano, todos de los que te había contado y yo nos contagiamos, más o menos, en Julio del 2020. Fueron momentos muy duros porque no había tanta información de como combatir el virus, recuerdo que tomábamos medicina que les había funcionado a otras personas para combatir el virus como podíamos. Por tal motivo, mientras estaba en clases virtuales recuerdo que no podía mover ni un músculo por el dolor que sentía debido al virus y también la fiebre no paraba. Estuve a punto de retirarme del semestre pero sentí que se me iba a alargar más el tiempo en la universidad, así que no lo hice y continué hasta el final superando la enfermedad y pasando casi todas las materias.

Hoy en día en el 2021 puedo decir que somos sobrevivientes de la pandemia, aunque esta aún no se acaba, pero si superamos momentos muy duros y más que todo porque no todos nos logramos recuperar. ¿Recuerdas que te dije que mi abuelito me sigue aconsejando desde el cielo.? Lamentablemente el perdió la batalla en contra del COVID-19 en Agosto del 2020.
Adolfo Tello - 2020

No hay duda que lo único que tenemos claro es el presente, no sabemos que puede pasar mañana, sin embargo, solo entendemos esto cuando la vida nos marca. Después de esta experiencia tengo un gran compromiso conmigo. Como te conté, mi abuelito empezó trabajando lustrando zapatos y termino dando clases de electrónica siendo un claro ejemplo que el conocimiento puede favorecer tus condiciones. También mi papá estudió ingeniería en sistemas y tiene una maestría en gerencia logrando su propia empresa de asesoría informática. Ahora, en mi caso, me emociona superar los límites de mi abuelito y mi papá. Estoy en ese camino, formandome como profesional y como persona para dar un salto gigantesco.

¿Recuerdas que te dije que decidí estudiar electrónica y software? Hasta ahora solo he tocado el tema de la electrónica, sin embargo, la pasión por la programación siempre estuvo en mí.
Empecé a programar micro-controladores en lenguaje C en el colegio, después, el primer año de universidad aprendí algoritmos, programación orientada a objetos y Java. A partir de este punto empecé a aprender de manera autodidacta en cursos por internet y en YouTube logrando desarrollar pequeñas páginas web con HTML5, CSS, y especializándome  en el manejo de Wordpress. Sin embargo, siempre quise aprender más así que empecé mi suscripción anual en Platzi en enero del 2021, enfocado en la escuela de Data Science y la escuela de Desarrollo Web. Me emociona mucho esta inversión que, gracias a mis padres, pude hacer en mi educación.

Siendo febrero del 2021 me dedico a estudiar ingeniería electrónica, estudiar en Platzi, y trabajar como freelancer haciendo páginas web. También estoy en la formación de mi propia empresa que muy pronto saldrá al mercado, esperando que el final del 2021 ya seamos una marca reconocida.

Esta fue mi historia y sigue en proceso. Si te gusto o te gustaría compartir algún mensaje conmigo puedes dejarlo abajo en los comentarios. También puedes suscribirte para que te mantengas actualizad@ de mis logros, aprendizajes y experiencias, igualmente, puedes seguirme en Twitter donde soy mu activo y compartirme que tal te pareció mi historia.

Yo en New York - 2019

Gracias por llegar hasta aquí y nunca olvides de luchar por tus sueños. Nos veremos pronto.





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